COVID-19. La lucha de Corea contra COVID-19
* Información de la embajada
Más información: http://ncov.mohw.go.kr/en/ Sede Central de Control de Enfermedades de Corea (pagina web inglés)
La comunidad mundial se enfrenta a una crisis sin precedentes con la propagación de COVID-19. Nos gustaría compartir las experiencias y lecciones aprendidas de Corea en nuestra lucha contra COVID-19, con la esperanza de que esta información ayude a otros en su lucha contra COVID-19 con las mínimas interrupciones en nuestras vidas diarias.
Abordaremos brevemente la situación actual de COVID-19 en Corea y explicaremos nuestra respuesta a la crisis basada en los principios básicos de apertura, transparencia y valores democráticos, así como nuestra estrategia de control eficaz para probar, rastrear y tratar.
Explicaremos en profundidad nuestra campaña TRUST, que significa Transparencia, Responsabilidad, Unidad de Acción, Ciencia y Juntos en solidaridad. El mundo es un lugar diverso con muchas culturas y valores diferentes, pero creemos que «CONFIANZA» puede ser un principio rector universal que otros países pueden aplicar en su lucha contra COVID-19.
Y, por último, propondremos que la única forma de combatir esta pandemia se basa en una alianza global que requiere una estrecha cooperación de todos los países. El virus no conoce fronteras y no discrimina: el mundo debe unirse para superar con éxito esta amenaza común para la humanidad. Desde el 6 de abril, el número de nuevos casos confirmados por día ha promediado alrededor de 50 por día y cerca del 50% de estos casos correspondieron a viajeros desde el extranjero.
Al comienzo del brote, las exhaustivas pruebas realizadas a personas en situación de riesgo en el epicentro de Daegu, la tercera ciudad más grande de Corea, dieron como resultado un aumento de cientos de nuevos casos cada día. La República de Corea respondió rápidamente para localizar y poner en cuarentena a todos los contactos de los casos confirmados, y estas rápidas medidas impidieron eficazmente que el virus se propagara a otras regiones sin tener que cerrar toda la ciudad. Esto permitió a las personas en otras áreas de Corea continuar sus actividades económicas con precauciones prudentes, reduciendo así en gran medida los efectos perjudiciales en la economía y su vida cotidiana.
Los nuevos casos confirmados por día han disminuido constantemente desde su máximo de 909 el 29 de febrero. Desde mediados de marzo, el número diario de pacientes que se recuperaron por completo, dieron negativo para COVID-19 y fueron dados de alta en hospitales o centros de tratamiento (en rojo), ha superado el número de nuevos casos confirmados (en azul). Desde el 6 de abril, el número de nuevos casos confirmados por día ha promediado alrededor de 50 por día y cerca del 50% de estos casos involucraron a viajeros del extranjero. Sin embargo, seguimos atentos ya que somos conscientes de que los picos esporádicos y el aumento de los casos de viajeros que llegan al país pueden dar lugar a nuevos brotes.
Cada país se enfrenta a sus propios retos políticos, sociales y económicos, pero las experiencias de Corea podrían aportar valiosos conocimientos y sentar las bases de estrategias de control eficaces que reduzcan al mínimo las perturbaciones en la vida cotidiana de las personas.
Antes de explicar la respuesta de Corea al COVID-19, nos gustaría poner en contexto que Corea es una sociedad democrática vibrante y que su economía depende del comercio internacional y el flujo de personas, bienes y servicios. Corea tiene un sólido sistema de atención de salud pública que se fortaleció después de experimentar el SARS en 2003 y el MERS en 2015, así como una de las infraestructuras de información y comunicaciones más avanzadas del mundo. Los coreanos también tienen un alto nivel de conciencia cívica que guía sus comportamientos, especialmente en tiempos de crisis, practicando activamente el distanciamiento social y tomando voluntariamente las medidas de precaución necesarias.
Tales factores permitieron y, en cierta medida, obligaron al gobierno coreano a adoptar un enfoque más preventivo, riguroso e innovador, respetando los valores democráticos y manteniendo la apertura y la transparencia. La estrategia de control de COVID-19 de Corea se puede resumir en 3 acciones principales: probar, rastrear y tratar.
La sólida capacidad de pruebas diagnósticas se encuentra en el centro de nuestra estrategia de control. Nuestra capacidad actual de pruebas de diagnóstico es de hasta 20,000 pruebas por día, y hasta el 7 de abril, se han realizado más de 580.000 pruebas de COVID-19. Esto ha sido posible gracias a la rápida autorización de los equipos de prueba desarrollados por las empresas de biotecnología, la rápida transferencia de tecnología a los sectores relevantes y la estrecha cooperación entre las instituciones públicas y privadas para facilitar las pruebas a gran escala.
Actualmente, las pruebas COVID-19 se llevan a cabo en 118 instituciones de pruebas en todo el país, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC), las Estaciones Nacionales de Cuarentena, los Institutos de Investigación de Salud Pública y Medio Ambiente y otros laboratorios y hospitales médicos privados.
El Gobierno de Corea se aseguró de que el público tuviera acceso fácil y rápido a las pruebas, al tiempo que se protegía la seguridad de los trabajadores médicos de primera línea mediante la introducción de estaciones de pruebas para conductores y de tipo ‘cabinas telefónica’ o ‘Walk-thru’.
Las pruebas son gratuitas para pacientes sospechosos que son remitidos por médicos o cualquier persona que haya estado en contacto con un caso confirmado, independientemente de su nacionalidad.
El Gobierno de Corea está rastreando enérgicamente a aquellos que han estado en contacto con casos confirmados, utilizando el historial de transacciones de tarjetas de crédito, imágenes de CCTV y datos GPS de teléfonos móviles cuando sea necesario, dentro del alcance de nuestra legislación nacional (Ley de Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas)*. Se hace todo lo posible para proteger cualquier información personal, y sólo se revela al público información relevante y anónima, para alertar a otros que puedan haber estado en contacto con pacientes confirmados.
Todos los contactos identificados a través de investigaciones epidemiológicas se someten a pruebas de COVID-19, se ponen en autocuarentena y se asignan a los trabajadores sociales a través de la «Aplicación de seguridad y protección de autocuarentena», que permite a los funcionarios vigilar sus síntomas dos veces al día y ser alertados cuando rompen la autocuarentena mediante el seguimiento de su GPS.
* La información requerida por el público para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas puede divulgarse bajo la ‘Ley de Control y Prevención de Enfermedades Infecciosas’. La divulgación se limita estrictamente a los datos relevantes y necesarios para la prevención de enfermedades infecciosas y son anonimizados para proteger la información personal de acuerdo con las directrices proporcionadas por KCDC.
Dado que la infección por COVID-19 puede manifestarse mediante síntomas leves o sin síntomas, priorizamos la detección temprana a través de la detección preventiva y el seguimiento riguroso de los contactos, seguido de un tratamiento en la etapa más temprana posible para aumentar la probabilidad de recuperación. Como resultado, la tasa de letalidad de COVID-19 en Corea es muy baja, del 2,24% (hasta el 23de abril).
Al comienzo del brote, todos los pacientes confirmados fueron ingresados en hospitales para evitar la propagación en la comunidad, pero de inmediato aprendimos que incluso el sistema de atención médica más robusto se quedaría rápidamente sin capacidad. Para asegurarse de que los recursos de cuidados críticos estuvieran disponibles para las personas en condiciones graves, se estableció un Sistema de Gestión de Pacientes, donde una red de profesionales médicos clasifica a los pacientes en cuatro grupos en función de su estado y los asigna a los centros de atención adecuados. Para gestionar la afluencia repentina de casos, el gobierno designó 67 hospitales para tratar exclusivamente a pacientes con COVID-19.
Los pacientes con síntomas leves son alojados en instalaciones de cuarentena temporales llamadas Centros de Tratamiento de Vida, y son revisados por profesionales de la salud al menos dos veces al día. Los pacientes en grupos moderados, severos y extremadamente severos se colocan inmediatamente en hospitales designados según la categoría.
El Gobierno de Corea adoptó medidas para gestionar el posible riesgo del tráfico transfronterizo, no con una prohibición general de entrada, sino con una adaptación y un ajuste continuo de las medidas destinadas a controlar y rastrear a los viajeros que entran en el país. Esas medidas incluyen procedimientos especiales de entrada, una aplicación móvil de autodiagnóstico, pruebas obligatorias y autocuarentena durante dos semanas de todos los viajeros entrantes.
También se aplicaron medidas especiales para impedir que COVID-19 saliera de Corea, como la prohibición la salida de cualquier persona en régimen de autocuarentena, y el Programa de Aeropuerto Libre de COVID-19, que incluye un programa de control de la temperatura en tres etapas para los pasajeros que salen del país.
Todos los esfuerzos y medidas para combatir COVID-19 que hemos tratado hasta ahora en esta presentación se plasmaron inicialmente en nuestra campaña CONFIANZA, que significaba:
-Transparencia,
-Examen riguroso y cuarentena,
-Soluciones únicas pero de aplicación universal,
-Control estricto,
-y Tratamiento.
Después de la primera campaña de TRUST o CONFIANZA que representa todas las medidas específicas tomadas cuando la propagación estaba en su apogeo, evolucionamos TRUST en un principio rector que puede aplicarse universalmente en base a todas las experiencias y duras lecciones que hemos aprendido.
TRANSPARENCIA
Desde la etapa inicial de COVID-19, el gobierno coreano intentó mantener al público plenamente informado. Desde el primer día, se han celebrado diariamente dos reuniones informativas para la prensa con interpretación simultánea en lenguaje de signos. Estas sesiones informativas se transmiten en vivo por Internet (www.arirang.com) con interpretación simultánea en inglés para los televidentes internacionales. También se proporciona información relevante a través de aplicaciones móviles y alertas de texto
RESPONSABILIDAD
Los gobiernos deberían tomar todas las medidas disponibles para contener la propagación de COVID-19 y al mismo tiempo mitigar los riesgos sociales y económicos. Además de los enérgicos esfuerzos de prueba, rastreo y tratamiento, el gobierno coreano está implementando políticas macroeconómicas expansivas, así como medidas de estabilización financiera por valor de 100 mil millones de dólares para aliviar la carga sobre los propietarios de microempresas y los autónomos y para apoyar a las empresas que se enfrentan a la escasez de liquidez. Además, independientemente de la nacionalidad, el gobierno coreano proporcionó pruebas gratuitas para todos los pacientes sospechosos que tuvieron contacto con casos confirmados o remitidos por los médicos y tratamiento gratuito para todos los pacientes confirmados para no dejar a nadie atrás en nuestra lucha contra COVID-19. También contribuyó efectivamente a contener la propagación a través de pruebas exhaustivas de todas las personas sospechosas.
La responsabilidad civil constituye otro pilar fundamental para la lucha contra COVID-19. Las medidas preventivas y la comunicación transparente del gobierno coreano aumentaron la confianza y la conciencia del público, lo que resultó en una participación activa en la higiene personal y el distanciamiento social. También dio lugar a una afluencia de apoyo de voluntarios cuyas actividades van desde la desinfección de lugares públicos hasta la distribución de alimentos y paquetes de atención a los que se encuentran en cuarentena.
UNIDAD DE ACCÍÓN
La unidad de acción del gobierno, las instituciones de investigación y las empresas privadas ha allanado el camino para el desarrollo rápido, la aprobación rápida y la producción en masa de kits de prueba. También permitió a Corea suministrar rápidamente kits de prueba a otros países.
Corea también ha mantenido una perspectiva de Gobierno en su conjunto. Desde que se elevó al más alto nivel la alerta sanitaria de COVID-19, se ha establecido el Comité Central de Gestión de Crisis, presidido por el Primer Ministro y compuesto por todos los ministros relevantes, 17 provincias y ciudades principales, para permitir la asignación y reasignación rápida de recursos para el control de enfermedades. Esto también nos ha permitido ajustar y ajustar rápidamente nuestras medidas con un mínimo de perturbaciones.
CIENCIA y VELOCIDAD
El gobierno coreano aplicó tecnologías innovadoras, como las estaciones de prueba para conductores y las estaciones al aire libre, para obtener una respuesta rápida. Recientemente, Corea también inició un estudio de cohorte prospectivo sobre casos domésticos de COVID-19 en estrecha colaboración con la OMS, con la expectativa de que los estudios clínicos, epidemiológicos e inmunológicos puedan contribuir a los esfuerzos internacionales para combatir el COVID-19 y proporcionar bases científicas para la elaboración de directrices y recomendaciones.
JUNTOS en solidaridad
En un espíritu de solidaridad, las naciones deben trabajar juntas para compartir las mejores prácticas y coordinar las medidas financieras y de salud pública, preservar la estabilidad financiera, desarrollar curas y vacunas y, al mismo tiempo, reducir al mínimo las perturbaciones en el comercio y las cadenas de suministro mundiales, especialmente de productos médicos esenciales como PPE ( Equipo de protección personal) y kits de prueba.
Corea se compromete a compartir su información, mejores prácticas y lecciones aprendidas con la comunidad internacional. Corea también se opone a la xenofobia y la discriminación.
La comunidad internacional se enfrenta a una crisis mundial sin precedentes con la propagación del COVID-19, que ha paralizado o acabado la vida de las personas infectadas por el virus, ha restringido el movimiento de personas, ha cerrado fronteras, ha perturbado las redes mundiales de suministro y distribución y ha propagado el pánico y la xenofobia.
Como ha declarado el Secretario General de la ONU, somos tan fuertes como el sistema de salud más débil. Para vencer la COVID-19 y recuperarse de la devastación que ha causado, se necesita un nivel de cooperación y solidaridad global sin precedentes. Ningún país estará completamente seguro hasta que el mundo entero se recupere.
La República de Corea ha logrado contener la propagación inicial del virus y estamos ayudando activamente a nuestros socios internacionales con las mejores prácticas, la experiencia adquirida, datos, suministros y otros recursos.
El gobierno coreano también está celebrando consultas telefónicas y de video bilaterales y multilaterales con muchos países, a varios niveles y sectores, como las Agencias de Control y Prevención de Enfermedades, para intercambiar información y formular una respuesta coordinada.
Estamos haciendo todo lo posible para satisfacer la demanda de equipos y suministros médicos en otros países mediante el aumento de la capacidad de producción nacional. Corea ya ha suministrado kits de prueba a más de 40 países y está brindando también asistencia humanitaria a países con sistemas de salud menos desarrollados.
El presidente Moon Jae-in participó en la Cumbre Extraordinaria Virtual del G20 el 27 de marzo, presidida por Arabia Saudita, para avanzar en una respuesta global coordinada.
Durante la Cumbre, el Presidente Moon hizo las siguientes propuestas para fortalecer la coordinación de la respuesta política a la crisis COVID-19.
– Compartir datos clínicos, experiencias de cuarentena y trabajando juntos para desarrollar curas y vacunas,
– Apoyar a las naciones con sistemas de salud menos desarrollados,
– Adoptar políticas macroeconómicas expansivas, fortaleciendo la red de seguridad financiera global y trabajando juntos por la estabilidad económica de las naciones menos desarrolladas,
– Encontrar formas de permitir viajes transfronterizos para fines esenciales, especialmente por científicos, profesionales médicos y líderes empresariales, en la medida en que no se perjudiquen los esfuerzos de control de enfermedades de ningún país.
Los líderes del G20 se comprometieron a trabajar tanto individual como colectivamente para proteger la vida de las personas, salvaguardar empleos e ingresos, restaurar la confianza, preservar la estabilidad financiera, reactivar el crecimiento, reducir al mínimo las perturbaciones en el comercio y las cadenas de suministro globales, prestar apoyo a todos los países que necesitan asistencia, y coordinar las medidas de salud pública y financieras. Creemos que tales esfuerzos coordinados también resultarán en una preparación global contra futuras pandemias.
A medida que COVID-19 comenzó a extenderse a nivel mundial, fuimos testigos de casos de miedo, xenofobia y discriminación, incluidos ataques verbales y físicos dirigidos a los asiáticos con demasiada frecuencia. Como destacó el ministro de Relaciones Exteriores, Kang Kyung-wha, en su entrevista con la BBC, es responsabilidad del gobierno detener la propagación de la xenofobia y la discriminación, y trabajar para forjar la solidaridad en medio de esta pandemia.
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